El pilates es una de las actividades más recomendables en la actualidad para crear hábitos saludables y los niños también pueden asistir a clases especializadas. Joseph Pilates (el creador de esta disciplina) destacaba la importancia de inculcar ejercicios desde la infancia para fomentar en los más pequeños el interés.
En este sentido, el pilates para niños es favorable en múltiples sentidos, incluso en el caso de pequeños con condiciones especiales. Un ejemplo claro de esto es el Programa de Pilates Para Niños Autistas de la Fundación Orange que permite trabajar diferentes alteraciones físicas y mentales con sesiones asistidas.
Pilates infantil: un enfoque diferente
En estos tiempos la mayoría de los niños pasan su día sentados o tienen rutinas sedentarias, lo que se traduce en problemas de salud como la obesidad, ansiedad, estrés y hasta depresión. El pilates para niños surge con el objetivo de incentivar a los más pequeños a la realización de actividades físicas de bajo impacto.
Las clases de pilates para niños tienen como finalidad ayudar al fortalecimiento físico y al mismo tiempo promover los valores de la concentración, la respiración y la fluidez de movimientos. Las sesiones dos o tres veces por semana durante 45 minutos son una buena alternativa para mejorar el estilo de vida de los niños.
Por otro lado, es importante mencionar que el pilates infantil es de gran ayuda como complemento de otras actividades. Por medio de las clases, el pequeño podrá adquirir nuevas herramientas que puede implementar en su cotidianidad. No solo es útil para lograr una mejor postura, equilibrio y temas físicos, sino que aporta ventajas relacionadas con la salud mental e inteligencia emocional.
Diferencias entre pilates para niños y adultos
Si hay algo que debemos tener claro sobre el pilates para niños es que no se lleva a cabo del mismo modo que el pilates para adultos. Como destacamos antes, el enfoque del pilates infantil es ayudarles a desarrollar una mejor consciencia de su propio cuerpo.
De este modo, el niño es capaz de desarrollarse en diferentes ámbitos como la memoria, la concentración y, por supuesto, la motricidad. Hay que tener en cuenta también que los niños, a diferencia de los adultos, tienen períodos de concentración menores, por lo que las clases se trabajan en función de ello.
Por otro lado, al trabajar con niños el instructor debe tener la capacidad de orientar a los pequeños de una forma lúdica y divertida, lo que no ocurre en una sesión de adultos. Los niños siempre querrán asistir a actividades en las que además de aprender sientan que se divierten en todo momento.
¿Desde qué edad un niño puede hacer pilates?
En el caso del pilates para niños, es recomendable iniciar alrededor de los 3 años de edad cuando el niño ya tiene la capacidad de comprender instrucciones simples. Antes de esto, es posible que los padres asistan con el bebé (de dos meses en adelante) a sesiones guiadas para trabajar ejercicios de estimulación.
A partir de los 3 años y en adelante, el niño podrá ejecutar los diferentes ejercicios solo, sin el acompañamiento de sus padres. Esta etapa es crucial para aprender los fundamentos básicos del pilates tal y como lo son la concentración y la ejecución de secuencias simples.
Durante la gestación, las mujeres también pueden hacer pilates, incluso como preparación para el parto y después del nacimiento, siempre que no haya complicaciones de salud.
Beneficios del pilates para niños
El pilates para niños ofrece una variedad importante de ventajas que van más allá de los aspectos físicos. En primer lugar, el pequeño aprende a desarrollar una mejor postura y estabilidad de su columna vertebral de forma natural, lo que puede aplicar en cualquier lugar y momento del día, como por ejemplo, en la escuela.
Otro beneficio importante es que el pilates para niños contribuye con el equilibrio y la coordinación. Este punto es uno de los más importantes, pues la mayoría de pequeños que se mantienen en sedentarismo tienden a presentar problemas para equilibrarse y coordinar movimientos.
Además de esto, los niños que hacen pilates logran adquirir habilidades sociales importantes. Gracias a esto, la interacción con otros niños es mucho más efectiva, así como su respuesta intelectual en actividades escolares.
En cuanto a los beneficios mentales, uno de los más relevantes es la relajación, lo que favorece la concentración del niño. Las clases de pilates ayudan a que el pequeño se mantenga en un estado de tranquilidad y se aleje de posibles situaciones de estrés y ansiedad.
¿El pilates para niños es seguro?
Antes de involucrar a un niño en cualquier actividad física, los padres suelen tener dudas sobre su seguridad. En el caso del pilates infantil, es una práctica totalmente segura siempre y cuando se realice de la mano de un instructor especializado.
De hecho, esta disciplina es tan recomendable que actualmente se llevan a cabo sesiones de pilates terapéutico infantil para tratar diferentes anomalías en los pequeños. Uno de los principales puntos a favor es que los ejercicios de pilates para niños se adecúan para no ejercer demasiada presión en la columna o causar una lesión.
¿Dónde prepararse como profesor de pilates?
Como viste antes el mundo del pilates es realmente atractivo, así que si no tienes experiencia y quieres aprender, puedes tomar el curso Instructor de Pilates que ofrece la Asociación Nacional de Entrenadores de Pilates, Gimnasia y Yoga (ANEP).
Este programa se encuentra diseñado para explorar los conocimientos esenciales del pilates como disciplina profundizando en cada uno de ellos. Igualmente, puedes explorar otras certificaciones si ya eres monitor de pilates formado, como por ejemplo, la Certificación de Pilates para Embarazo, Preparto y Postparto.
Todos estos cursos son perfectos para que empieces tu recorrido profesional y lleves tu experiencia como profesor al siguiente nivel. Cabe precisar que todas las formaciones que realices en ANEP cuentan con reconocimiento.
