Independientemente de la actividad que llevemos a cabo, la motivación juega un papel crucial. Ahora bien, más allá de que la motivación depende de nosotros mismos, cuando nos encontramos en entornos de formación, es clave que el profesor o instructor de yoga nos pueda brindar el empuje necesario.
Al contrario de lo que se piensa, la labor de un monitor de yoga no es exclusivamente lograr que las asanas se ejecuten bien y que los estudiantes progresen, sino orientarlos en todo momento y hacerse parte de su crecimiento. Para esto, es indispensable que exista una buena conexión entre el alumno y profesor de yoga.
La influencia del instructor en el éxito de los alumnos de yoga
La literatura sobre la instrucción en yoga y muchas otras actividades ancestrales nos habla sobre el Guru-shishya paramparya. Hablando desde la pedagogía y con base en algunas investigaciones sobre el tema, en la antigüedad el mentor o maestro (gurú) tenía el trabajo de formar a su estudiante, sin embargo, para esto se involucraba también, en su modo de vida.
Los antiguos gurús podían incluso llegar a vivir en las casas de sus estudiantes o shishya con el fin de transmitir sus conocimientos de una forma mucho más profunda y cercana. Trayendo esto al contexto actual y a la importancia del instructor de yoga, es importante precisar que el monitor tiene una responsabilidad trascendental de cara a su estudiante.
El objetivo de un profesor de yoga (y de la enseñanza en general) tiene que ser fomentar en los estudiantes los hábitos que les permitan lograr sus metas profesionales y personales. La influencia del instructor de yoga en sus estudiantes va mucho más allá de lo físico y es así, dado que la práctica en sí misma, permite ir al plano mental y espiritual.
La Fundación Privada Nous Cims habla de lo importante que es establecer un vínculo entre profesor y estudiante en cualquier ámbito de la educación. Si bien es cierto que esta investigación enfatiza mucho más en la educación infantil y adolescente, no escapa de otros tipos de enseñanza.
La teoría afirma que cuando hay una conexión sana entre el instructor y el alumno, es mucho más simple que este último pueda sentirse motivado e impulsado a lograr sus metas en la práctica.
El papel crucial del instructor en el progreso del estudiante de yoga
Como destacamos antes, el instructor de yoga tiene una responsabilidad determinante para con sus alumnos que va mucho más allá de las posturas. Entre otras cosas, uno de sus trabajos claves es transmitir la filosofía del yoga y todos sus fundamentos, que han sostenido esta práctica durante tantos años.
Además de esto, es más que evidente que un profesor de yoga debe tener amplio dominio de las posturas de yoga y su correcta ejecución, pues esto es de vital importancia en el avance del estudiante. Igualmente, es imprescindible tener dominio sobre las técnicas de respiración (pranayamas) y meditación.
Cuando un instructor yoga cuenta con estas aptitudes y las combina con una conexión emocional clara y profesional con sus alumnos, puede mantener la motivación en todo momento durante sus prácticas. Otro punto clave que no puede pasar por alto un instructor es saber la mejor forma para realizar ajustes en sus estudiantes.
Esto puede resultar bastante complicado para algunos profesores, pues la corrección es para muchas personas una señal de error o fallo. Entonces, el monitor debe tener la empatía suficiente para informar al yogui sobre las oportunidades de mejora sin que esto repercuta en su motivación.
Si eres instructor de yoga formado y te cuesta ajustar a tus alumnos, puedes hacer la certificación presencial Ajustes para la práctica de Yoga: Domina el arte de tocar consciente que ofrece la Asociación Nacional de Entrenadores de Pilates, Gimnasia y Yoga. Este es un gran recurso para abordar las correcciones a los estudiantes pertinentemente.
La comunicación entre el instructor y el alumno
Además de ofrecer clases sólidas con amplios conocimientos y correcciones sobre asanas, como instructor de yoga tienes una función obligatoria y es conseguir una comunicación fluida y clara con tus estudiantes. Sin duda alguna, se trata de un factor que te dará una experiencia de aprendizaje mucho más efectiva.
Como hemos venido hablando antes, la comunicación efectiva no es simplemente que dictes la clase e impartas los conocimientos. Además de esto, debes ser capaz de ver más allá hasta conectar con las emociones de tus alumnos. Una forma de lograr esto es comprender su lenguaje corporal, expresiones y tono de voz.
El apoyo y la empatía son dos puntos que un estudiante valora mucho en un instructor de yoga y que no puedes pasar por alto. Un principiante de yoga y hasta un alumno avanzado necesita saber que su profesor está acompañándolo realmente y que le importa su progreso y su éxito.
Otra forma de ser empático y mostrar interés por tus estudiantes es reconocer sus logros. Si bien es cierto que día a día tenemos que aprender, toma un tiempo para hablar sobre la forma en que tus alumnos (individualmente) han mejorado en la ejecución de asanas.
Indiscutiblemente, cuando el alumno siente que es importante en el entorno en que convive, sea en una escuela de yoga o en cualquier otra actividad, puede conseguir la motivación necesaria para seguir adelante.
¿Dónde prepararse como instructor de yoga?
Si quieres ser profesor de yoga y conectar de la mejor forma con tus estudiantes, puedes empezar tu formación profesional con la certificación para Instructor de Yoga de ANEP. Este curso básico te dará todas las herramientas que necesitas para comenzar tu camino como monitor de yoga.
Vale precisar que una de las ventajas de este programa de formación es que no necesitas experiencia previa y lo puedes hacer 100% online. Además de esto, la certificación tiene reconocimiento internacional y cumple con los requisitos de cualificación profesional, lo que te permite abrirte paso en el mercado laboral.
